Como todas las familias de Venezuela, los guacareños y guacareñas en la víspera de la navidad, se reúnen para elaborar las tradicionales exquisiteces que degustaran mientras esperan el nacimiento del niño Dios, entre las que destacan la popular hallaca, el pan de jamón, ensalada de gallina, el dulce de lechosa y el asado negro, este último nunca falta en las mesas de los habitantes del eje oriental del estado Carabobo.
Para la señora Berta Rodríguez de Pérez, habitante del edificio Los Apamates en el sector 1ero de Mayo, el reunirse alrededor de la mesa para elaborar el tradicional plato navideño trae mucha unión familiar y sobretodo espiritual, debido a que las personas comparten con alegría dejando atrás las diferencias.
“Lo particular de estas fechas es que es el único momento del año en el que toda la familia se reúne. Aquí en mi sector todos elaboran la hallaca la semana antes de la navidad y hacemos trueque para disfrutar de los diferentes tipos, así logramos probar la hallaca central como la hacemos en mi casa con un toquecito dulce, pero dependiendo del vecino varía, pues unos la hacen con papa y garbanzos como se acostumbra en los andes y otros le colocan hasta pescado al mejor estilo oriental”, señaló entre risas la señora Berta.
Sobre la elaboración del asado negro, aunque no quiso revelar el secreto que le agrega ese particular sabor entre lo dulce y salado, mencionó que el de su casa se prepara “con un toque de papelón y malta, para que le de ese colorcito que hace que con sólo verlo se te haga agua la boca”
El guacareño es jovial, se caracteriza por ser unido, por lo que es normal ver a familias vecinas compartir la tan elaborada cena de navidad, en algunos sectores, acostumbran a cerrar sus calles, y entre villancicos comparten la noche nueva. Los fuegos artificiales siempre son los protagonistas, a los que se les unen coloridos globos de los deseos que se lanza al aire y que divierten desde al más pequeño hasta a los abuelos del hogar.
Asimismo, los habitantes y vecinos de distintas partes del estado aprovechan la época decembrina para compartir en un ambiente navideño, fotos y momentos de esparcimiento en los alrededores del imponente árbol La Ceiba, el cual que posee un atractivo juego de 900 mil luces, icono de estas festividades por su notable altura y belleza, ubicado en los alrededores del Parque Municipal Simón Bolívar en la urbanización Augusto Malavé Villalba.
En esta época de paz y armonía es preciso reflexionar, unirse, y por supuesto seguir las costumbres de cada pueblo, entre música, reuniones, brindis y deliciosos platos, con los que la identidad cultural del país se expresa.
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